Bell Sarrià es un proyecto urbanístico que tiene su enclave en los terrenos del parque Joan Reventós, y es uno de los más importantes que se han realizado en Sarriá en los últimos tiempos. La esencia que define su diseño arquitectónico es la integración y la armonía de las edificaciones y de los jardines comunes en el entorno natural donde se emplaza. Los materiales, las texturas y el cromatismo que revisten la promoción, tanto en la fachada como en el interior de las viviendas, son notas que afinan delicadamente con los elementos naturales presentes en el parque. La madera de nogal, la teka y la piedra natural, los colores tierra, los beige y los grises, crean una bella y exquisita musicalidad con el entorno.
Bell fue el nombre que creamos para denominar el complejo residencial. El concepto clásico y amplio de belleza nos servía para resaltar todos los atributos de marca: sublime, delicada, noble, elegante, exquisita, eran cualidades inherentes a la promoción. El logotipo se compuso a partir de una tipografía esbelta y elegante, y la ilustración de un colibrí, el pájaro que busca incansablemente el néctar más dulce de entre todas las flores y lo saborea con placer, sugería el deseo y el aprecio de lo más exclusivo y lo más bello.
La belleza tiene una sola forma de expresarse y es capturando la pureza de lo esencial, de lo eterno, de aquello que trasciende el paso del tiempo. Bajo un discurso poético e inspiracional, hilamos el storytelling de la marca y convertimos el material principal de comunicación, un libro promocional, en una pieza exclusiva cuidada hasta el último detalle. Con tapa dura y encuadernado en tela, usamos una tinta especial metalizada, entre el cobre y el oro, para reproducir el cromatismo predominante de la edificación. Un diseño y unos contenidos (fondo y forma) para trasladar la esencia del proyecto arquitectónico al papel.