Cercles

Cercles (Círculos) fue el nombre creado para designar una asesoría jurídica con un posicionamiento muy definido desde su origen: trabajar al servicio de los derechos y las libertades individuales y colectivos para ser parte activa de la transformación social. Es decir, ayudar a construir un mundo más justo para todas las personas desde la defensa de los derechos humanos y la justicia global. Cercles se dirige a personas físicas, entidades y causas sociales, aunque en su centro siempre reside el individuo, en todas sus dimensiones humanas. Por esta razón, Cercles no excluye a ningún cliente por su capacidad económica.

Tres son los círculos que componen la identidad conceptual y gráfica, representando simbólicamente las diferentes áreas de un caso, desde su aspecto más concreto (la individualidad), hasta el más amplio (que afecta los grupos o colectividades en los que se enmarca). Asimismo, también representa las diferentes disciplinas desde las que la asesoría aborda los casos (jurídico, laboral, fiscal), así como las múltiples dimensiones del propio individuo (físico, mental y espiritual).

El símbolo creado es, pues, una forma orgánica y viva, compuesta de círculos irregulares concéntricos, que se imprime manualmente en cada soporte de comunicación mediante un tampón realizado ad hoc para grabar un carácter, una intención y un compromiso hacia la persona o el caso.

El símbolo creado es, por tanto, una forma que simboliza el universo de la organización, tanto su microcosmos como de su macrocosmos: representa su configuración interna (el ámbito jurídico como centro o eje vertebrador, y sus otras áreas, capas o esferas más amplias que lo envuelven), y representa también su configuración externa (el individuo o el caso concreto como núcleo, que afecta a un grupo o colectividad y, en último nivel, a la sociedad en general). Como es arriba, es abajo; como es adentro, es afuera. Todo se corresponde entre sí. Y todos los niveles de un caso comparten la misma esencia: la persona.